El fabricante japonés Nissan instaura en 1985 un grupo de trabajo («Horizon Task Force») con un único objetivo: dar forma a una nueva marca de coches de lujo. La idea no es mejorar los modelos existentes y venderlos a un precio mayor, sino crearlos desde cero y conseguir que alcancen el nivel que tienen los de fabricantes premium americanos y europeos ya establecidos en el mercado estadounidense.